martes, 9 de agosto de 2011

Siguiendo a Heráclito



Todo cambia, nada nos hace parar, ni nadie está preparado para envejecer. Resulta increible como una vida puede forjarse dentro de otra, y de cómo poco a poco cambiamos. La vida no es larga al contrario de cómo muchos piensan. La vida debería de sar tan larga como uno quisiera para que si quisieras el final, estuvieras preparado para él preparando así también a las personas a las que amas y te aman. Muchas cosas se dejan en el tintero en tu vida, y cuando ya es tarde para realizarlas te das cuenta de cuan largo fue el trayecto y de que corto se te hizo. ¿Podríamos permanecer como quisiéramos para siempre?




Siempre se ha idealizado sobre el concepto de inmortalidad y siempre se a ahondado en él sin ningún conocimiento seguro. Este mundo es demasiado grande como para estar en él sin hacer más que vivir. Cada persona debería conocer todo acerca de donde vive, con quien se rodea y de la historia de este mundo. Debería saber acerca de los dioses romanos, de la reforma de Lutero, del sistema de Copérnico y en quien se inspiró Gutenberg para realizar la imprenta.

Se nos escapa de las manos el tiempo, últimamente para mí es como si tuviera entre mis manos la arena del desierto y de cómo esos pequeños granitos de arena dorados se escurren entre mi blanca piel, en cierto modo como si fuera yo misma un reloj de arena.

El tiempo nos apremia más y más cada día, cada generación que no ocupa tiempo y de lo que es peor, que lo malgasta. También se debería de pensar independientemente y de que tu pensamiento fuera escuchado para bien y no fuera contradicho por nada ni por nadie, al fin y al cabo todos somos personas, diferentes pero personas. ¿Quién dicta lo bueno y lo malo? El pensamiento real y el imaginario. No nos debemos de sentir mal ni apesadumbrarnos si nos descubrimos analizando cosas y discutiendo lo que para nuestro s padres sería una transgresión para sus costumbres. No te sientas afligido si notas que para ti lo bueno parece malo y viceversa, eso sí, siempre escuchando a la razón y al entendimiento. ¿Quién dirigirá tu destino?, tus males y tus pensamientos, uno y solo uno, siempre tú.


0 comentarios:

Publicar un comentario